Hoy me di cuenta de muchas cosas.
Han pasado tantos sucesos inexplicables que aún no entiendo cómo una mente puede guardar tantos momentos,cómo el corazón guarda tantos sentimientos y cómo un cuerpo soporta tanto peso sobre sus hombros.
Hoy me di cuenta...de que necesito demasiadas cosas.
Que he prescindido de muchas personas sin quererlo,que echo de menos muchos algos que nunca volveré a tener en mis manos, como las risas con aquella persona que me hizo feliz,a mí y a muchos,sin pedir nada a cambio; sus manos,marcadas por el paso de los años,sus ojos,honestos,pícaros; sus riñas,incluso,su manera de ponerse de los nervios por mis tonterías,aunque siempre mantenía la calma,pasase lo que pasase,y su tozudez. Echaré de menos su afán de dar,de entregar todo lo que tenía,incluida...su vida. Nos la regaló sin miramientos,y se nos escapó como arena entre los dedos.
Y más cosas.
Como la mirada de aquel que no me miró nunca,de ese que me hacía sonreír sin percatarse de ello realmente, que era inteligente sin saberlo y hablaba, y sabía de todo, aunque nunca hablaba de lo que no sabía, no tenía nada que demostrar. Pesimista hasta los huesos y profundo en el alma,sabía cómo actuar,de una manera sencilla,sin pararse a pensar,lograba salir de sus aprietos sin mirar atrás. Y siento que aunque se me escapara,igual que arena entre los dedos,sigo queriéndole con todo el dolor de mi corazón,y añorándolo con lo poco que me queda dentro...aunque jamás pretendiera hacerme daño, ya que vivía apartado del resto del mundo,que no lo valoraba,lo hizo. Aunque no se diera cuenta.
Creo que hay sonrisas que no volveré a ver, besos que no volveré a sentir contra mi mejilla, abrazos que ya no se me están permitidos debido a leyes de vida que escapan de mi compresión...y siento tal impotencia que no sé ni qué pensar.
Hoy me di cuenta de muchas cosas...y una de ellas...
...es que no sé mirar a los ojos de la vida.